domingo, 18 de agosto de 2013

Descalcificador, Sistema Antical, Descalcificación

EPÍGRAFES

1.-  Problemas de la cal, minerales y productos químicos en el agua.
2.-  Funcionamiento del catalizador-ionizador para agua.
3.-  El cloro en el agua y su comportamiento con el catalizador-ionizador.

ESTOS SON LOS PROBLEMAS QUE DEJA EL AGUA:
 
            CAL:   Forma incrustaciones que producen manchas y obturaciones; bloquean válvulas y espitas; recubren resistencias, serpentines y calderas; e inutilizan las instalaciones.
            CORROSIÓN: Causada por la agresividad oxidativa del agua sobre los aparatos e instalaciones metálicas, produciendo picaduras, tubérculos superficiales internos y color óxido.
            MAL SABOR: Debido al cloro y otros gases que el agua lleva, y por la acción del agua sobre las conducciones de plástico o de metal; afecta en la bebida y en la preparación de alimentos.
            CLOROSIS: El exceso de sales minerales en el agua de riego altera la disponibilidad de nutrientes para las plantas, dificultando su crecimiento, causando amarillez y puntas quemadas.
 
El agua de lluvia (H20) al caer disuelve el dióxido de carbono (CO2) y los suelos ricos en sales de calcio como el Carbonato (CaCO3) y el sulfato de calcio (CaSO4), el sílice (SiO3), la alúmina (AlO3) y otros, dan origen a una disolución con propiedad CEMENTOSA. La influencia de la temperatura sobre el Producto de Solubilidad de los iones calcio (Ca++) y carbonato (CO3) se expresa según: KPS =1/109 A 25 ºC y este producto disminuye con el aumento de temperatura.
 
Un proceso similar ocurre con otras sales cuyos carbonatos se comportan como el magnesio (Mg++) De forma paralela, el proceso de acidificación se incrementa por vía antinatural con la descomposición de numerosas materias orgánicas, que se ponen en contacto con el agua a poca profundidad.
Toda el agua de que normalmente disponemos y utilizamos contiene en disolución elementos minerales, entre los cuales, los de origen calcáreo tienen una fuerte tendencia a precipitar en forma de INCRUSTACIONES con un gran poder de adhesión. Para evitar o retardar estos fenómenos es necesario estabilizar el agua, es decir, hacer que las sales permanezcan en suspensión y no precipiten durante todo su proceso de utilización.
 
            Los minerales en el agua representan un problema sólo cuando se juntan y se depositan en las tuberías, produciendo incrustaciones y corrosión a través de los gases corrosivos atrapados por ellos.
            Estos ligantes minerales (sílice, alumina, sulfatos, carbonatos, etc…) en condiciones “normales” del agua, sufren de una insuficiencia crónica de electrones, que los hace unirse entre ellos para compartir sus nubes incompletas de electrones, y adherirse luego a cualquier superficie que pueda tener una insuficiencia menor de electrones que ellos.
            Al unirse, normalmente atrapan artificialmente dentro de ellos gases corrosivos (como oxígeno disuelto, dióxido de carbono, cloro) que, una vez depositados en las tuberías, producen corrosión subyacente.

FUNCIONAMIENTO DE UN CATALIZADOR-IONIZADOR PARA AGUA 

            El catalizador-ionizador para agua sin mantenimiento es un acondicionador de agua, y no un aparato de tratamiento para quitar la dureza y los minerales del agua, ni un filtro o sistema de magnetos.  Está construido de materiales semipreciosos y es, realmente, un convertidor catalítico instalado en una línea de conducción de agua.
            Cuando el agua fluye a través de su núcleo interno patentado, la influencia negativa de los ligantes minerales del agua desaparece, eliminando la cohesión existente entre las moléculas minerales por falta de electrones.
            El catalizador-ionizador provee al agua de electrones, reduciéndose así su deficiencia.  Este simple cambio electroquímico anula los ligantes productores de depósitos (sílice, alúmina, sulfatos, carbonatos, etc….).  De esta manera las partículas minerales pueden fluir a través del sistema de tuberías sin interferir negativamente en el mismo.
            Los gases corrosivos (02, CO2, C12, etc..), atrapados artificialmente entre las partículas minerales, son liberados durante el proceso catalítico, y expulsados a través del agua como burbujas inofensivas, sin causar la espuma corrosiva en las tuberías.  Finalmente estos gases son evacuados a la atmósfera cuando el agua sale por los grifos.
            De esta manera simple y natural el catalizador-ionizador para agua equilibra la reacción química bicarbonato-carbonato.  Esta reacción y su equilibrio están estrechamente vinculados con el índice de Saturación de Langelier, que nos muestra las propiedades del agua, sean corrosivas o incrustantes.
El catalizador-ionizador para agua, hace que el índice de saturación de Langelier se estabilice, y que la reacción bicarbonato-carbonato se equilibre (1s=o).  Bajo estas condiciones se formará una película microscópica de carbonato sobre la tubería, que no aumenta ni disminuye con el tiempo, defendiéndola de los agentes corrosivos del agua.  Por otro lado, el equilibrio de la reacción bicarbonato-carbonato no permite que aumente la precipitación de carbonatos.
 
EL CLORO EN EL AGUA Y SU FUNCIONAMIENTO CON EL CATALIZADOR PARA AGUA 


            El ácido hipocloroso (C1OH) se forma con la porción de cloro (C1a) libre que se encuentra en el agua, tanto de suministro como de piscinas.  Es un desinfectante, bactericida y alguicida excelente.  Cuando se agrega cloro al agua sólo una pequeña parte de C1 queda libre para oxidarse y combinarse con el hidrógeno, para formar el ácido hipocloroso, que es el compuesto realmente desinfectante.  La mayor parte del cloro se une a los ligantes faltos de electrones presentes en el agua (sílice, alumina, sulfatos y carbonatos), impidiendo su oxidación y conversión en ácido hipocloroso.
 
Al paso por el catalizador, el agua recibe una provisión de electrones que suple su deficiencia.  Los ligantes se separan al recibir electrones y hacerse moléculas neutras, y liberan el cloro, ya que prefieren los electrones libres suministrados por el catalizador a los compartidos con el cloro.
El cloro liberado se oxida y se transforma en ácido hipocloroso.
 
En el suministro normal, el agua tiene cloro en exceso, ya que gran parte de él es inutilizado por los ligantes.  Al pasar por el catalizador, se libera el cloro de los ligantes.  Al haber suficiente ácido hipocloroso ya en el agua, el cloro se libera a la atmósfera por los grifos en forma gaseosa.  El sabor del agua mejora; los inconvenientes para la salud del exceso de cloro desaparecen, y el agua sigue manteniendo su nivel óptimo de ácido hipocloroso para su desinfección.

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